El cacao y el patrimonio son promovidos por ‘El Palomar’

‘El Palomar’ es una iniciativa familiar que abrió sus puertas en una casa patrimonial, ubicada en el Centro Histórico de Quito, en las calles Calle García Moreno N9-59 y Oriente, hace 5 meses empezaron la aventura de emprender, de la mano del cacao fino y de la promoción del patrimonio. Para hacerlo siguieron cursos de capacitación en ConQuito.

Seis miembros de una familia se han dado la tarea de recuperar esta casa para recibir a comensales, golosos y amantes del buen chocolate, el mismo que ellos producen en la provincia de Santo Domingo de Los Tsáchilas. Es así que Sandra Bermúdes, de 54 años y Juan Carlos Ordóñez, de 56 años y padres de este clan familiar impulsaron esta idea; además participan sus hijos Francis Ordóñez, de 29 años y Juan Ordóñez de 26 años; además de sus esposos Christian Mendes,  31 años y Marta Alvear de 26 años.

‘El Palomar’ es una fusión de chocolate y tradición, producen y procesan el cacao desde la pepa hasta la tableta y ofrecen el servicio de chocolatería (cafetería especializada en chocolate) con productos como postres y sanduches caseros, todo esto en una casa patrimonial rehabilitada por esta familia y que contó con el apoyo del Instituto Metropolitano de Patrimonio.

“Este es un emprendimiento familiar, en el que estamos involucrados padres e hijos con sus parejas y sus diversos talentos”, señaló Sandra Bermúdes. Hasta el momento han invertido alrededor de 10.000 dólares, sin tomar en cuenta el valor de la rehabilitación de la casa, que es de su propiedad.

El nombre ‘El Palomar’ lo eligieron en familia por dos razones “la primera porque el centro es el hogar de muchas palomas y la segunda porque en la casa tenemos una habitación en el último piso con una vista espectacular del Centro Histórico, como un palomar”, dijo Sandra.

Esta iniciativa busca brindar servicios de calidad con productos innovadores y promover el turismo nacional e internacional en Quito y con ello llegar a ser un referente con dos productos que identifican al Ecuador: el cacao y el patrimonio. La combinación “de estos elementos emblemáticos de nuestro país en un solo emprendimiento, el cacao fino de aroma apreciado en el mundo y la característica de ser Quito Patrimonio de la Humanidad”.

Su hija Francis y su yerno Christian cultivan y procesan el cacao de forma artesanal, bajo la marca ‘Cacao Bim’, el cultivo está en la parroquia Las Mercedes, en de Santo Domingo de Los Tsáchilas. “Ellos construyeron artesanalmente las máquinas para el proceso y la última fase que es el templado, la hacen en El Palomar. Así elaboran las tabletas de chocolate desde la pepa, lo que nos permite garantizar la calidad del mismo”, expresó Sandra.

Su cacao ‘Bim’ es procesado artesanalmente, es libre de químicos, no contiene preservantes ni nada artificial. Es 100% cacao puro y fino de aroma; en poco tiempo aspiran tener la certificación de 100% orgánico.

Los productos que se venden en ‘El Palomar’ se dividen en dos categorías; la primera es una tienda de productos ‘Bim’ donde se expenden tabletas de cacao al 100% y al 60%, éste último solo contiene azúcar; también cuentan con jabón, bálsamo para la piel y labios, licor y los nibs (pepas de cacao tostada, pelada y triturada, ideal para acompañar los alimentos).

La segunda parte es la del servicio de chocolatería (cafetería) donde preparan la taza de chocolate en varias presentaciones, desde puro, con un toque de naranja, o con un ligero toque picante, caliente y frozen, acompañado de pasteles y sánduches  caseros, inspiración de Marta Alvear, su nuera. También ofrecen café de buena calidad, tés aromáticos cosechados en ese momento de sus macetas, jugos naturales y en ocasiones especiales vino hervido y el tradicional canelazo. Los costos de sus productos, en el servicio de cafetería van desde los 2,50 a 2,95 por el chocolate los postres tienen iguales precios, mientras que los sanduches van desde los 2 dólares hasta los 3,50 dólares.

El Palomar se abrió al público el 4 de agosto del año 2017, están próximos a cumplir 5 meses. Mientras que Cacao Bim se produce desde hace casi 2 años. ”En este tiempo hemos sido invitados a la feria de la Presidencia de la República por el día del Turismo, en la Feria Texturas & Colores con Cacao Bim, gracias a ConQuito; se han realizado presentaciones teatralizadas por el Día del Patrimonio; una Rueda de Negocios auspiciada por el Ministerio de Turismo y ahora seremos parte del proyecto ‘Ecuador tierra del chocolate’ del Ministerio de Turismo”, Sandra Bermúdes.

El horario de atención de ‘El Palomar’ es de lunes a sábado desde las 15:00 hasta las 21:00 y domingos previa reserva.

A esta iniciativa los diferencia “la calidad del cacao, somos productores y garantizamos su origen y proceso, también nos diferencia el servicio lo hacemos con afecto y cordialidad, esto te hace sentir en familia,  además de la hermosa Casa Patrimonial que la ponemos a disposición de nuestros clientes, para que recorran sus 3 plantas, sus balcones y tomar fotos fantásticas del Centro Histórico”.

La capacitación impulsó este emprendimiento

Sandra Bermúdez ha participado en los talleres ‘Ciclo Emprendedor’ y del Taller Empretec, para determinar el comportamiento emprendedor, dictados por la Agencia de Promoción Económica ConQuito.

“Creí necesaria la capacitación para empezar con claridad nuestro emprendimiento. Había conocido en los talleres de emprendimiento que seguí el año pasado, sobre el taller de Empretec, me decidí y también me inscribí en él. Gracias a lo aprendido hemos puesto en práctica las cualidades del emprendedor y el enfocarnos con el objetivo de manera clara”.

Para Sandra y su familia es importante emprender pues “te permite desarrollar tus propios sueños o proyectos, a la vez que eres generador de fuentes de trabajo y de ingreso para otras personas y el nuestro propio. Así nos sentimos parte del desarrollo de la ciudad y el país”.

Las expectativas que tienen a futuro son “ser un ícono o referente del mejor chocolate en el Centro Histórico de Quito, del Ecuador y de Sudamérica y que turistas nacionales y extranjeros valoren la calidad del cacao que producimos como país, y que admiren la belleza y arquitectura de una casa con más de 160 años y todas las historias que encierran y se perciben”.

Además en ‘El Palomar’ se pueden realizar eventos, para ello la segunda planta ha sido decorada por Juan Carlos Ordóñez, esposo de Sandra y por su hijo Juan Ordóñez, ambos son arquitectos, en donde grupos de amigos y familias pueden reservar este espacio para sus compromisos sociales, para esto ofrecen un servicio cordial, familiar y de calidad.

También ofrecen el tour del cacao, a la finca donde lo producen, allí los participantes pueden cosechar y acompañar en el procesamiento del chocolate y disfrutar de un día completo en el campo, aprendiendo y viviendo las bondades del cacao y de la naturaleza.